Hace un par de meses mi buena amiga Pilar me dio una de esas noticias que nunca en la vida pensé recibir: " July, ¡van a cerrar el Instituto!". La institución donde estudiamos juntas y comenzamos nuestra amistades, la misma de la que tenemos títulos enmarcados en las paredes de nuestras casas y nos dio los fundamentos de la profesión que ejercemos ¡cerrará al final de este año!.
El cierre del Instituto de Artes, Ideartes, es inevitable. Pilar, yo, y tantos otros amigos, compañeros y colegas quedaremos huérfanos de alma mater. Seremos al finalizar este año los egresados de una institución académica que, aunque dedicada y reconocida en una época por sus programas de publicidad y mercadeo, no logro seguir posicionándose como la institución para estudiar estas disciplinas.
Mis años en el instituto estuvieron marcados de altas y bajas académicas. Mi desempeño académico no fue malo, pero el programa en ese entonces seguía buscando su forma, cambiando constantemente para quizás atraer más estudiantes. Mercadeo y Publicidad en la primera década del 2000 aún estaba en proceso de maduración y al parecer realmente nunca floreció. Un par de años después de mi graduación el programa fue finalmente cancelado.
Nuevos programas ligados a publicidad, diseño y fotografía aparecieron. Una nueva modalidad académica también lo hizo. Quizás en esa necesidad de renovándose para atraer aplicantes a sus programas, fueron parte de esas primeras señales de la enfermedad terminal que causó la muerte del instituto. Y en medio de todo este proceso de reinvención registros importantes fueron negados y las deudas se fueron acumulando. El aparato que soporta la vida artificial del Instituto será finalmente desconectado el próximo 31 de diciembre.
Recuerdo q en mi época de estudiante el programa de publicidad siempre fue vibrante y su grupo de nuevos estudiantes constante. Los grupos de mercadeo cada vez eran más pequeños y el currículum constantemente cambiando - en los 3 años de duración del programa el currículum cambio dos veces. Del grupo de casi 20 estudiantes no quedábamos menos de una docena a la hora de graduación y la verdad no creo que fuésemos tantos.
Al Instituto le debo muchas alegrías y buenos momentos, amistades y sin duda las bases de lo que hago día a día.
Es lamentable que sus puertas se cierren, pues aunque las crisis financieras son duras de superarar, es más duro superar el no cumplimiento de los requisitos que el estado existe, pues para esos no existe venta de empanadas que valga, deando un sabor amargo en el alma y la sensación de que se hubiese podido hacer algo para evitarlo, de habe sabido que estaba pasando.
El cierre del Instituto de Artes, Ideartes, es inevitable. Pilar, yo, y tantos otros amigos, compañeros y colegas quedaremos huérfanos de alma mater. Seremos al finalizar este año los egresados de una institución académica que, aunque dedicada y reconocida en una época por sus programas de publicidad y mercadeo, no logro seguir posicionándose como la institución para estudiar estas disciplinas.
Mis años en el instituto estuvieron marcados de altas y bajas académicas. Mi desempeño académico no fue malo, pero el programa en ese entonces seguía buscando su forma, cambiando constantemente para quizás atraer más estudiantes. Mercadeo y Publicidad en la primera década del 2000 aún estaba en proceso de maduración y al parecer realmente nunca floreció. Un par de años después de mi graduación el programa fue finalmente cancelado.
Nuevos programas ligados a publicidad, diseño y fotografía aparecieron. Una nueva modalidad académica también lo hizo. Quizás en esa necesidad de renovándose para atraer aplicantes a sus programas, fueron parte de esas primeras señales de la enfermedad terminal que causó la muerte del instituto. Y en medio de todo este proceso de reinvención registros importantes fueron negados y las deudas se fueron acumulando. El aparato que soporta la vida artificial del Instituto será finalmente desconectado el próximo 31 de diciembre.
Recuerdo q en mi época de estudiante el programa de publicidad siempre fue vibrante y su grupo de nuevos estudiantes constante. Los grupos de mercadeo cada vez eran más pequeños y el currículum constantemente cambiando - en los 3 años de duración del programa el currículum cambio dos veces. Del grupo de casi 20 estudiantes no quedábamos menos de una docena a la hora de graduación y la verdad no creo que fuésemos tantos.
Al Instituto le debo muchas alegrías y buenos momentos, amistades y sin duda las bases de lo que hago día a día.
Es lamentable que sus puertas se cierren, pues aunque las crisis financieras son duras de superarar, es más duro superar el no cumplimiento de los requisitos que el estado existe, pues para esos no existe venta de empanadas que valga, deando un sabor amargo en el alma y la sensación de que se hubiese podido hacer algo para evitarlo, de habe sabido que estaba pasando.
Comentarios
Publicar un comentario