Sufro de grandes expectativas, estoy crónicamente enferma y al no estar relacionadas con el cambio de temporada o altitudes, como las alergias. Esta condición me ha lastimado, han dañado vacaciones, indigestado salidas a comer, inmolado amistades y golpeado el corazón. Sin embargo, y tal vez el lado positivo de esta condición y lo que la hace "peligrosa" es que también me ha traído gratas sorpresas.
Los síntomas son claros: comienzan con incrementos agigantados de la anticipación, evolucionado a la mono-tema-teoría (solo se habla de los que esta por venir) llegando a falta de sueño y a las proyecciones de los beneficios traídos por "X o Y" situación o evento. Se que es normal que cuando se ha buscado, trabajado y luchado por algo las expectativas se acumulen. Se sueña despierta con beneficios posiblemente mas allá de los reales presentados por las: Y si....?.
Y si de tratamiento se habla la terapia sicológica puede ser una solución, pero esta que generalmente ayuda de alguna forma, suele enfocarse más en el tratamiento a las reacciones generadas por las expectativas: desilusión, frustración, depresión etc. Creo que ese mal humor, del que todo el mundo habla mantenia cuando era niña, no era mas que una de las consecuencias de mi condición.
Por el otro lado, una característica demostrada por esta condición es que soy una optimista. Como buena optimista espero que en lugar de que una película sea buena, que sea memorable; que en una reunión o fiesta me ría tanto que me termine doliendo la panza; que saliendo a tomar al sol mi piel se torne de color canela....Generalmente mis expectativas se ven incumplidas, se evaporan y destruyen dejando el sin sabor de la frustración en su lugar y un ¡Auxilio sufro de grandes expectativas!....... OH, quizás soy solamente una ilusa.
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